Se trata de un horno situado en la calle convento de Jerusalen (Valencia), aunque hay muchos repartidos por la ciudad. El trato es cercano y amable, el olor es exquisito, los productos están super buenos y hay mucha variedad. El único inconveniente es el precio que tienen algunos artículos. Pero bueno, nada es perfecto, ¿No? Dispone de un pequeño espacio para tomarte dentro del establecimiento tu café o lo que hayas ido a comprar.
Un consejo: jamás se te pase por la cabeza pedir una horchata es cara... MUY CARA... y tan solo es agua con un par de chufas del año de la catapumba (bueno lo último lo he exagerado) En fin, que la horchata no está buena en este lugar.
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