Situada en la Plaza de la Reina, número 12 en pleno corazón de Valencia esta heladería no deja de arrancar ojos de las caras a sus clientes. Tiene muchísima variedad en sus productos, sí, pero el precio es demasiado elevado. Te atienden con rápidez y a veces sin ningún tipo de calidez, el trato es muy frío y distante.
¡¡¡OJO!!! Ni se te ocurra tomar tu helado (u otro producto) en la terraza, los precios ascienden más que si te lo tomas en el interior del establecimiento. Una heladería diseñada para timar a los turistas, sin duda...
NOTA: Dos estrellas. **
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